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Axel Kicillof, diputado nacional por el Frente Para la Victoria y último ministro de economía de Cristina Fernández de Kirchner, fue entrevistado por Gabriel Fernandez en La Señal.
En el marco de un país donde cae el consumo interno y crece la desocupación, Kicillof calificó de «feroz pero previsible» la política económica macrista y expresó: «Quienes conocemos a Mauricio Macri y a quienes lo acompañan, esto no es una sorpresa. No nos dejamos estafar como le sucedió a mucha gente. Macri ocultó su identidad política e ideas económicas durante la campaña. Ni bien asumió todas sus medidas fueron parte del recetario neoliberal. A rajatabla. Una historia que conocemos. El neoliberalismo no tiene geografía ni tiempo. Estamos viviendo un presente similar al vivido con la Alianza y el menemismo, quienes aplicaron estas recetas como si fueran un calco».
Para el economista «este rumbo liquidará la economía argentina» y dio cuenta de la gravedad: «la apertura importadora, la carga impositiva, la regresión y la baja del poder adquisitivo terminará de desertificar la industria argentina. Lo llamativo no son las medidas ni las consecuencias. No es necesario tener un doctorado en economía para saber que si bajan los salarios los precios van por encima de las variaciones salariales son una fechoría. Pretenden flexibilizar condiciones laborales esperando reducir los costos salariales para que el poder adquisitivo del salario y todo tipo de ingreso se reducen, las empresas argentinas no van a tener a quien vender. Si a eso además la competencia externa penetra sin ningún tipo de restricción podríamos pensar que este es un plan perfecto para fundir a la industria nacional, y lo peor es que lo están llevando a cabo».
Kicillof expresó que «no es una cuestión de saña o anti-industrial. Es gente que piensa que Argentina no debe realizar este tipo de actividades industriales, y para hacerlos, tiene que tener los salarios mas bajos del mundo. Para Macri, Argentina es un país agrico-ganadero con capacidad de recursos minerales. Todo lo demás que haga lo debe hacer sobre condiciones laborales similares al sudeste asiático. Si la idea que Argentina tenga industria tiene que tener salarios como China, están diciendo que un trabajador debe ganar un tercio que en la actualidad».
El referente del FPV dio cuenta del endeudamiento como una enfermedad silenciosa: «No era necesario endeudarse. Abrir el cepo lo han calificado como el gran logro macrista y en verdad fue una inmensa devaluación y endeudamiento. Liquidaron la capacidad de ahorro de gran parte de los argentinos. Ahora venden dolares a quien quiera. Pero el problema no es quienes quieren sino quienes pueden. Porque compran los grandes capitalistas que luego los fugan. La fuga de capitales es un clásico de nuestro país. No se toma deuda para industrializar o mejorar condiciones de vida sino para el circuito financiero. Han generado un déficit fiscal mayor al 50% de nuestro último año de gobierno. A pesar de tener un discurso anti déficit fiscal, curiosamente tienen mas rojo y toman mas endeudamiento»; y agregó: «Su ajuste fiscal es recesivo, por eso se cae la economía. El problema que tiene el gobierno de Mauricio Macri es que no recauda en impuestos. Los impuestos que perdonó a los sectores más ricos lo han hecho recaudar menos. Entonces tomó la peor de las soluciones que es cubrir los gastos corrientes con deuda en dólares que a esta altura es récord mundial en endeudamiento externo«.
Consultado sobre el comportamiento del empresariado, quien fuera ministro expresó que «siempre me llamó la atención como el golpe de 1976 fue apoyado por el empresariado nacional. Apoyaron al gobierno militar por seguridad y pasaron por alto sus posibilidades económicas. El neoliberalismo tiene un discurso muy a medida de lo que se entiende como ideología empresarial, pero en países como Argentina terminan perjudicando a la industria. Hablan de competitividad y abren las importaciones. Cuando los números no cierran plantean que el problema es que los trabajadores cobran demasiado. Los sectores medios se sienten atraídos por el discurso de menos intervencionismo, mayor libertad, menos impuestos y menos estado, pero pasan por alto que el retiro del estado dinamita su poder de compra. Luego está el pequeño empresariado que deja de producir, se dedica a la importación y tampoco le va bien. Son víctimas de sus propias confusiones«.
Kicillof también se explayó sobre los medios de comunicación «Solo la cobertura comunicaciones logró que estos temas no tengan el calibre que debería tener en la opinión pública. ¿Que hubiera pasado si era yo quién hubiera tenido cincuenta cuentas en paraísos fiscales? Estas cosas están pasando todos los días. No nos gobierna Macri y un partido político. Nos gobierna un sector importante de la clase dominante mediático-judicial. El mismo que persigue a la oposición y le brinda una inusitada tolerancia al oficialismo«.
Finalmente, consultado sobre la unidad del campo popular, Kicillof cree necesario rescatar el gobierno nacional: «Primero, por lo que le está ocurriendo a nuestros compatriotas. Las cifras de desocupación son elevadísimas. Por otra parte, si uno repasa la campaña de Mauricio Macri, daban ganas de votarlo. Pero adentro del envase había otra cosa. Muchos han votado engañados y eso es muy grave para la democracia. Si se vota un gobierno que dice que sacará el impuesto a las ganancias y en definitiva no solo no lo saca sino que lo aumenta y saca las retenciones al agro y la minería, no tiene otro calificativo que fraudulento. Hay que dejar el pensamiento mezquino y estar a la altura de los tiempos. Hay que ponerle freno a estas políticas nocivas. Hay que poner toda la fuerza del campo popular y encauzarla electoralmente».
CA/GF/RG
